La verdad es que me cuesta un poco hacer el tema de hoy, se los digo honestamente. Pero creo que es importante entender cuando estamos viviendo una situación así, y también a protegernos y sobrellevarlo de la mejor manera.
Cuando hablo de gente "difícil", me refiero a aquellas personas que tienen una influencia negativa en nuestras vidas.
Una de las razones por las que me costó hacer este episodio es por que no me siento 100% cómoda asignándole al otro la dificultad, ya saben que acá en La Ruta somos más bien de la idea de tomar responsabilidad por la situación en la que estamos y jamás plantearnos como víctimas.
Y por lo mismo es importante reconocer cuando tenemos a nuestro alrededor a personas que no tienen una influencia positiva en nuestras vidas. Lo que estoy tratando de decir, es que puede ser que esas personas no sean difíciles en sí mismas, pero en nuestra relación con ellas sentimos que no nos aportan nada positivo y muchas veces resulta todo lo contrario incluso.
Puede ser cualquier persona, un jefe, un amigo o amiga, un pariente, hermanos, mama, papa, compañero de trabajo, etc. Pero cómo los reconocemos? Lo importante es que para reconocerlos, no los miramos a ellos, sino que nos miramos a nosotros mismos.
Te ha pasado que después de estar con alguien te sientes agotado? Sin energía, cansado? O tal vez, habiendo tenido un estado de ánimo absolutamente normal para ti, positivo, optimista, como siempre, te encuentras con alguien y luego de conversar un rato, te sientes pesimista, triste, deprimido? O que estás súper entusiasmado con un proyecto nuevo, y después de contárselo a alguien, te sientes desanimado, inseguro, dudoso?
Como decíamos, la gente “difícil” es la que tiene influencia negativa en nosotros. Y quiero volver a insistir en que no se trata de echarles la culpa, o tomarnoslo en forma personal, o dudar de su cariño por nosotros, o pensar que tienen malas intenciones. Muchas veces puede ser lo contrario. Por ejemplo, una mamá o un papá aprehensivos, pueden tener una influencia negativa en un hijo, no dejándolo explorar sus deseos, sus sueños, sus proyectos, por un afán de protegerlo, de evitarle sufrimiento, que en el fondo nace del cariño que tienen por su hijo.
El primer paso es identificarlos. Quienes son esas personas que en vez de elevarte, te bajan? Que te dejan agotado, exhausto, triste, inseguro, deprimido? Insisto que para reconocerlas, no te fijes que lo que ellos dicen o hacen. Puede haber gente que tu te des cuenta que en general hablan bastantes cosas negativas, pero que no tienen influencia en ti. Tú no les has dado el poder para que te influyan, y cuando mucho te dan pena por ellas; en esas personas no nos vamos a enfocar. Para identificarlas obsérvate a ti mismo durante los próximos días cuando interactúes con otros.
Una vez que los has identificado, qué hacer? Esto va a sonar duro, pero mi sugerencia es que en todos los casos posibles te alejes de ellos. Si es un compañero de trabajo, que durante la hora de almuerzo no hace más que quejarse de su vida, de su trabajo, de su familia, de sus vecinos, etc.. Que te deja con la sensación de que te hubiese pasado una aplanadora por encima, evita almorzar con el. Si es una amiga o un amigo que te busca sólo cuando necesita desahogarse y echar afuera todos sus problemas, pero no es una situación mutua, comienza a alejarte, pon tus límites, cuídate a ti mismo! Si es alguien que cada vez que estas feliz o entusiasmado con algo, se las arregla para bajarte, para demostrarte que no puedes o que no sirve, para hacerte sentir inseguro, o incluso para ridiculizarte… aléjate de esa persona! Cada vez que puedas, aléjate! No tienes por qué exponerte a ese tipo de influencias si no es necesario o totalmente inevitable.
Claro que hay veces en que no puedes alejarte. Si esta persona que tiene una influencia negativa en tu vida es alguien cercano, un familiar, padre, madre, hijos, esposo, esposa, un amigo muy cercano, alguien que está muy ligado a ti, o de quien tu sientes que no te puedes alejar, como un jefe, necesitamos una estrategia diferente.
El foco acá no es tratar de cambiar a la otra persona, eso nunca lo debemos intentar, ni esperar, y yo personalmente no creo que sea posible, ni deseable, ni justo. Lo que buscamos es cambiar la dinámica de la relación y la manera en que nos afecta.
Lo primero que podemos hacer es conversar con la otra persona, partiendo de la base del cariño que los une y pedirle lo que necesitemos. Por ejemplo, voy a compartir algo súper personal acá. A mí me pasaba con mi papá que el solía contarme mucho sobre sus problemas, de trabajo, con mi mamá, con mis hermanos, de todo tipo. Por alguna razón, yo me sentía en parte responsable de su felicidad y sufría mucho porque no podía solucionar sus problemas. El claramente no lo hacía para hacerme daño, pero esa dinámica tenía una influencia negativa en mí, me dejaba angustiada y deprimida. Entonces al mismo tiempo que comencé a trabajar esa creencia de que su felicidad era mi responsabilidad, que claramente era errónea, le pedí que no me contara tanto sus problemas y que me contara más de sus alegrías.
Podemos pedirle a alguien que cuando les contemos sobre nuestros sueños y nuestros proyectos, no nos digan solo lo que creen que puede salir mal, sino que también nos digan lo que creen que puede salir bien, y lo que ellos piensan que son nuestras fortalezas para lograr nuestros objetivos. Lo importante es tener estas conversaciones en un contexto de amor y cariño, no en un tono de acusación, de resentimiento o de reclamo. En esta etapa estamos tratando con la gente realmente cercana y por lo tanto es gente que nos quiere y que en realidad desea el bien para nosotros. Pensemos que a veces son sus propios miedos los que hablan, miedo de perdernos, miedo o inseguridad de no poder o no tener la energía ellos mismos de llevar a cabo sus sueños, y esto lo que nos debe inspirar es compasión.
Por otro lado, y finalmente, tenemos que trabajar en nosotros mismos, sobretodo si esta conversación no es posible, o no da los resultados que esperamos, tenemos que trabajar en poner límites a la influencia que estas relaciones tienen sobre nosotros.
Somos nosotros mismos quienes finalmente dejamos que otros tengan influencia sobre nosotros, ya sea buena o mala. La respuesta est a en nosotros, no en el otro. Esta es la parta más difícil, pero es lo que verdaderamente nos libera, nos sana. Nadie nos puede hacer daño, nadie puede tener influencia negativa en nosotros sin nuestro consentimiento; de la misma manera que nadie nos puede hacer felices si no los dejamos.
La próxima vez que sientas que alguien tiene una influencia negativa en ti, en tu estado de ánimo, en tu bienestar, pregúntate si puedes alejarte de esa persona. Si no puedes o no quieres, prueba conversar con ella, cuéntale lo que te pasa cuando te cuenta sólo desgracias, o cuando te critica y desanima por algún proyecto. Finalmente, y lo más importante de todo, aprende a poner límites a la influencia que tienen otros sobre tí, comprende de donde viene lo que te dicen, que puede ser del cariño que tienen o de sus propios miedos, y no te lo tomes personal. Recuerda que no importa lo que otros te digan, eres tú quien permite que te influyan de la manera en que lo hacen.
También es importante estar alertas porque podemos estar siendo nosotros quienes tenemos influencia negativa en otros. Obsérvate en tu relación con otros, que les dices a quienes te comentan sus sueños y sus proyectos? Tienes el hábito de descargar todas tus frustraciones, tus problemas, tus desánimos en otros sin preguntarte qué efecto puede estar teniendo eso en ellos? 11:08 Si es así, ten cuidado, preocupate de cuidar al otro, piensa que uno no tiene idea de que maneras puede estar tocando las vidas de otros, sin darse cuenta, y procura que si tienes influencia, esta sea positiva!
Antes de despedirme, quiero agradecer todo el feedback que me han hecho llegar últimamente. No había tenido tiempo para ponerme al día con esto, así que quiero aprovechar de agradecer los saludos de Cristián Aguirre, de Valparaíso; de Israel Luna, Ciudad de México; de Gladys Pinacca de Argentina; de Marcela Carmona, de Chile; Oscar de Lucas, de Barcelona; Daniel Urdaneta de Maracaibo Venezuela, Kristina Holguin, ecuatoriana que vive en Tampa, FL; Paul Sandoval de Mexico; Diana Cabello de Mexico; Jean Ruiz de Mexico, Luis Tapia, Rafa Grimaldo, Ninoska, Javi, mi amiga Caro Rigol, Les Valdebenito, tambienTeddy Ramírez, de Mexico; Jesus Mercado, Mapi Martin y Leo Contla que son ya antiguos ruteros y contribuyentes de la Ruta, y muchos otros más que me han mandado su feedback y sus saludos ya sea al mail, via twitter, o a través de comentarios acá en el blog, hay muchos comentarios anónimos, así que no los puedo nombrar... Son tantos que estoy segura que se me van muchos nombres en ese momento. Gracias también a quienes han linkeado al blog de la Ruta desde sus propios blogs. No se imaginan lo importante que es para mi recibir sus mensajes, es lo que me anima a continuar con este proyecto. Les pido paciencia porque no he tenido la oportunidad de responder todos sus mails, pero lo voy a hacer, solo tenganme un poco de paciencia. Tal vez más adelante voy a hacer un episodio sólo con feedback de ustedes, podría ser para el episodio 100, que opinan? O si prefieren que en cada episodio, o tal vez una vez al mes, tengamos una sección para leer todos los saludos, recomendaciones y comentarios que ustedes envían? Cuéntenme que opinan, creo que sería una buena idea ya que me han mandado temas y preguntas muy buenos! Me pone muy contenta el pensar que entre todos construimos esta Ruta, y nos ayudamos mutuamente, compartiendo experiencias y sugerencias.
Bueno ahora sí ya me voy, cuéntenme que opinan.
La música de este podcast se llama sunshine y es de kevin mcleod.
Me despido, cuidense mucho un abrazo y buen viaje!Etiquetas: desarrollo personal, energia positiva, optimismo