Ep 60: Recibir y Hacer Críticas
Hoy quiero tocar el tema de las críticas, tanto cuando las recibimos como cuando las hacemos.
Partamos primero por cuando recibimos críticas. En general, a nadie nos gusta recibirlas, no se siente bien, porque todos queremos que nos acepten y nos quieran tal como somos y muchas veces duele escuchar algunas cosas sobre nosotros. Primero que todo, me gustaría que aceptemos que si estamos haciendo algo con nuestras vidas, y ojalá que así sea, vamos a recibir críticas. En ese sentido, es bueno ,es una buena señal. Como dijo el Quijote, “Deja que los perros ladren, Sancho, es señal de que vamos avanzando”. Si quieres evitar la crítica, si no quieres recibir críticas, no hagas nada, no digas nada, no seas nada. Espero que ninguno de ustedes siga este último consejo. Recibir críticas es un regalo, porque por un lado nos permite estar seguros de que estamos haciendo algo importante, algo que para los demás vale la pena criticar, y porque si somos capaces de recibirlas bien, nos permite crecer y mejorar.
Depende de cómo se nos haga la crítica, a veces puede ser más difícil recibirla que otras. Si es un crítica constructiva es mucho más fácil. Yo he recibido muchas críticas muy constructivas de parte de ustedes, quienes escuchan y me han servido para mejorar el podcast. Son cosas que tal vez yo nunca hubiese podido mejorar, si nadie se hubiese dado el trabajo de hacerme la crítica, y por eso estoy muy agradecida.
Pero no siempre las críticas son hechas con espíritu de colaboración. Y aún cuando sí lo son, a veces son difíciles de aceptar. Para poder sacarles provecho es necesario refrenar el impulso de justificarse, de dar y de buscar explicaciones para lo que nos están criticando, es importante tratar de entender el punto de vista de la otra persona. Primero aceptarlo como válido, aceptar que la otra persona ve algo que no estamos viendo y que a pesar de que muchas veces nos pueda parecer increíble y que nuestra primera tendencia sea a descalificar su opinión y decir que está equivocado, aceptar que es posible que nosotros no estemos viendo lo que otros ven. Si caemos en la tentanción de justificar o explicar lo que sea que nos estén criticando, estaremos perdiendo una oportunidad de crecer y mejorar. Más aún, puede que esa persona nunca más nos haga una crítica, si se da cuenta de que en realidad no estamos abiertos a recibirlas y ahí nuestra pérdida es mayor. Por eso es importante agradecer siempre a quien nos está dando feedback, sonreír, decir que apreciamos mucho su ayuda (es verdad) y que no dude en darte más feedback si lo considera oportuno. Tal vez al principio te va a costar un poco, pero si es así, no te rindas porque con el tiempo tu agradecimiento va a ser más y más profundo porque vas a comprobar lo mucho que te sirven las críticas bienintencionadas.
Por último, tampoco es recomendable pasarse para el otro lado y creer a pie juntillas todas las críticas que nos hacen, puede ser que lo que nos estén diciendo realmente no tenga fundamento, o también puede ser un comentario malintencionado. En el primer caso, siempre es importante agradecer a la otra persona, y si realmente después de analizar su comentario pensamos que no tiene fundamento, sencillamente lo dejamos pasar. Si es un comentario malintencionado, aunque sea difícil, te recomiendo no enganchar con esa mala onda. No vale la pena.
Ahora vamos a la otra cara de la moneda. Hacer críticas. Esto va a parecer un poco contradictorio dado todo lo anterior que dije sobre recibirlas, y que eran un regalo. Pero cuando se trata de hacerlas, la verdad es que no lo recomiendo tanto. Hay otras maneras mejores de lograr lo que perseguimos, si es que esto es cambiar el comportamiento de otra persona. El único objetivo que las críticas cumplen bien es desahogarnos nosotros mismos, pero para la otra persona, en especial si no las recibe bien, no es la mejor manera de recibir feedback.
Hay un libro muy bueno que se los quiero recomendar, se llama “Como ganar amigos e influir sobre las personas”, de Dale Carnegie. Es un libro antiguo, fue publicado por primera vez en 1936, pero a pesar de que su nombre no se, lo encuentro un poco extraño, da consejos muy valiosos para mejorar las relaciones con otras personas. En este libro, el habla de la crítica y dice: “La crítica es inútil, porque pone a la persona a quien estás criticando a la defensiva y usualmente hace que se esfuerce por justificarse a sí misma. La crítica es peligrosa, porque hiere el preciado orgullo de la persona, daña su sentido de importancia y despierta resentimiento.”
Piensa en las veces en que tú has recibido crítica y que has tratado de justificarte, de explicar el por qué de lo que se te critica. Y las veces en que te has sentido herido en tu orgullo, e inlcuso ha nacido en ti el resentimiento. Dado que no podemos controlar el que otros nos hagan críticas, y dado de que en el fondo son una fuente importante de feedback e información acerca de nosotros mismos, es que debemos aprender a recibirlas y sacarles el mejor provecho. Pero la verdad es que hay formas mucho más eficientes y cuidadosas de dar feedback y de modificar comportamientos de las personas. Insisto en el único propósito que la crítica sirve sin fallar es el desahogo de quien la hace, incluso el hacer sentir a quien la hace cierta superioridad.
En el mismo libro Dale Carnegie menciona, y es un hecho bastante conocido hoy, así que creo que esto no los va a sorprender que “un animal que es recompensado por buen comportamiento aprenderá mucho más rápido y retendrá lo aprendido con mucho mayor efectividad que un animal que es castigado por un mal comportamiento. Al criticar no logramos cambios duraderos, y con frecuencia motivamos resentimiento”.
El reforzamiento positivo ha demostrado ser una herramienta mucho más efectiva que el castigo para modificar comportamiento, no sólo en animales sino que en nosotros mismos. Seguro muchos de ustedes lo han comprobado, consciente o inconscientemente, con sus hijos, con la pareja, con los colaboradores en el trabajo, y de seguro todos hemos estado al otro lado de este reforzamiento positivo. Qué te motiva más, por ejemplo, que tu pareja te reclame porque llegas tarde a la casa, o que cuando llegas temprano te reciba contenta, te diga lo mucho que le alegra que hayas llegado temprano, que te prepare algo rico.
Cual de las dos opciones hace que te den más ganas de llegar temprano la próxima vez? Probablemente la segunda opción. Si tu jefe sólo te critica cuando haces algo mal, más que motivarte, te infunde temor, verdad? Pero si en lugar de criticar cuando haces algo mal, o además de eso, te elogiara, y más encima delante de otra gente cuando haces algo bien, te motivaría más esto último? Lo más probable es que sí.
La próxima vez que quieras reforzar un comportamiento positivo, o modificar uno negativo, piensa en esto, piensa que si haces una crítica, lo más probable es que la persona se justifique, se sienta incomprendida y de vuelta, ya sea que te enteres o no, te critique a ti, que el comportamiento se mantenga y que hayas plantado una semilla de resentimiento en esa persona. Haz la prueba con el reforzamiento positivo y ve qué resultados obtienes. Estoy segura de que van a ser mucho mejores y además todos van a estar mas contentos.
Les recuerdo las vías de comunicación: mail larutadelavida@gmail.com, blog larutadelavidapodcast.blogspot.com, o twitter.com/larutadelavida
Ahora me despido, cuidense mucho, ojo con las críticas, un abrazo y buen viaje!
Etiquetas: críticas, desarrollo personal, evolución personal, miedo a la crítica
2 comentarios:
Fantástico. me encantó, me abono al blog.
Un abrazo
Me alegro mucho de que te haya gustado Gladys, gracias por tu comentario!
Cariños!
Carola
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